miércoles, 8 de diciembre de 2021

Desprendimientos de Bienes

¿Cómo nos desprendemos de nuestros bienes? ¿Si nadie puede dar más que Jesús? Lo primero la importancia de ver a Jesús en lo que hacemos que en lo que hablamos. ¿Es fácil hablar, pero nos cuesta el hacer, es importante ver que para hacer debemos ser, es decir quién soy? ¿Y quién es Jesucristo de Nazareth? Nuestra dependencia en Dios hace que nuestro trabajo sea para honrar su Nombre y la Praxis hace que nuestro estilo de vida y por eso es que influenciamos en nuestro entorno. La vida al servicio de los demás de ahí partimos al descubrimiento de la perfecta voluntad de Dios, principios del Reino, acotando la obra del Maestro en nuestros hogares y el comienzo de la Iglesia en la mente y el corazón del Creador. Recalcamos como punto importante la enseñanza de los primeros apóstoles y como medio de influencia a través del Espíritu a una comunidad. Seguir el mandato de Jesús como base es el primer objetivo de los apóstoles y siempre tomando esa referencia para nuestros tiempos es decir volvemos no solo palabras sino testimonio vivo que debemos accionar. Hechos 2:42-47 los discípulos fortalecidos en su fe al dedicarse a la enseñanza de los apóstoles y fueron alentados por la unidad de comer y orar juntos. Además, se ayudaron mutuamente compartiendo sus bienes y posesiones con los necesitados. Bueno queremos resultados sin desprendimiento cuando el Maestro nos dio ejemplo con su propia vida, lo interesante aquí que cuando somos desprendidos es como si fuéramos un ejemplo vivo de aquel que no importo las circunstancias ni el que dirán. Es un principio que muchas veces es aprovechada por aquellos que están siempre llevados por sus propios intereses es ahí donde el Reino se hace visible porque nos guía a sembrar en aquellos que siempre están cerca de nosotros y vemos su necesidad. Recuerda que dar es también parte de lo espiritual no nos cansemos de dar algo de nosotros para aquellos que lo necesitan y seamos parte de sus propósitos porque cuando damos nos parecemos tanto al Maestro.

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