domingo, 27 de diciembre de 2009

LA SUCESIÓN EN EL LIDERAZGO

TEXTO:
Despúes llamó Moisés a Josué y le dijo en presencia de todo Israel: “¡Esfuérzate y anímate!, porque tú entrarás con este pueblo a la tierra que juró Jehova a sus padres y les daría; y tus se les hará heredar.
Deutoronomio 31:7


OBJETIVO
Lograr que el alumno conozca la necesidad de formar sucesores; conocer los pasos a seguir y conocer los errores que deben evitarse al hacer esta labor.

INTRODUCCION
El Señor Jesucristo es el mejor ejemplo a imitar en el desarrollo de nuevos líderes delegando funciones donde los discípulos participaban activamente, como fue en el caso de la multiplicación de los panes, en la pesca milagrosa, al enviarlos a predicar de dos en dos, el enviar a los setenta y muchos ejemplos más. El Señor estaba conciente que tenía que dejar este mundo prontamente, por eso invirtió más tiempo en el entrenamiento de nuevos líderes que seguirían el ministerio del evangelio aun después de su muerte. Si nosotros no estamos haciendo esta tarea, estamos errando en nuestro ministerio.
¿Esta usted dispuesto a pasar la antorcha a otras personas para que no se detenga la predicación del evangelio?

I. LA NECESIDAD PERMANENTE DE FORMAR NUEVOS LÍDERES (Jue. 2:7-10).
a. Para Que La Obra No Se Detenga.
La historia del libro de los jueces, nos hace ver la necesidad de formar sucesores para nuestros ministerios. En dicho libro se nos narra la manera como Dios levanta a un hombre o una mujer para su servicio como juez y mientras este vivía, el pueblo caminaba en buenos pasos; cuando el juez faltaba por pecado, enfermedad o muerte, el pueblo se desenfrenaba, pues no había quien tomara su lugar (Jue. 2:19).


b. Para Tener Mayor Alcance Ministerial.
Un solo hombre no puede tener mucho alcance. Pero al encontrar sucesores, se aumenta la capacidad de continuidad. Jesús logró mayor alcance ministerial enviándolos de dos en dos (Mr. 6:7).
Algunos ejemplos bíblicos:
1. Moisés prepara a Josué como su futuro sucesor (Ex. 17:9–10).
2. Dios tomó del espíritu que estaba en Moisés y lo derramó sobre 70 ancianos (Num. 11:16–17).

II. PROCESO PARA LA FORMACION DE SUCESORES.
a. Nivel Privado (Mt. 4:18–23; 10:1–5).
La primera parte del proceso de formación consiste en trabajar individualmente con la persona en los siguientes aspectos:
1. La elección. Cada líder debe elegir su sucesor bajo el mismo compromiso con la visión, la cual es triple:
Mi compromiso con el Señor.
Mi compromiso con el ALMAH (Equipo de trabajo del grupo familiar).
Mi compromiso de formar también a otros a la vez que yo soy formado. En la visión los líderes forman líderes, los maestros de niños forman maestros de niños y así sucesivamente. En el rebaño las ovejas producen ovejas y los pastores forman pastores.
2. La convivencia. Jesús andaba con los discípulos y convivía con ellos. Caminaba con ellos mientras oraba, ayunaba, comía, visitaba. A través de la convivencia podemos establecer que debemos corregir, así como estimular a nuestro nuevo discípulo.
En lugares públicos, cualquier persona puede parecer madura, respetuosa, sin embargo a través de la convivencia en situaciones normales con las personas, podemos conocer exactamente cual es su forma real de actuar y ayudarlos. De esa convivencia surge una buena amistad. Ser amigo es importante, pues esa relación hermano mayor – hermano menor debe ser agradable. Jesús tuvo amigos íntimos: Pedro, Juan, Jacobo, Lázaro y sus hermanas.
3. El discipulado. Enseñando las bases de una vida cristiana restaurada. Debe asegurarse que la persona ame y valore la visión. También es necesario formarlo en la sana doctrina.
4. La vida familiar. Hay que capacitarlo en el buen desenvolvimiento de su vida familiar (Ef. 5:25-33; 6:1-4). Sea su función en el hogar como: esposo, esposa, hermanos, abuelos, tío.
5. La vida laboral. Hay que capacitarlo en el buen desenvolvimiento de su vida laboral (Ef. 6:5–7). Hay que estimularlo a ser un buen trabajador, hacer las cosas como para el Señor y no para los hombres.
6. La vida emocional. Hay que orientarlo en el desarrollo de su vida emocional. Orientarlo y acompañarlo en sus conflictos emocionales logrando que tome las mejores decisiones en este campo (Num. 11:28–29).
Como ya habrá notado, todo este proceso requiere de usted disposición para dar a su discípulo amor, tiempo, atención y aun dinero, sin crear dependencia. También es importante que el discipulador dependa de Dios durante todo el proceso. Num. 27: 18-23; Num. 13: 1-3; Lc. 6: 12-13.

b. A Nivel Público.
¿Cuáles son los pasos que públicamente debemos dar para formar un sucesor?
1. Dignificarlo públicamente: Esto significa darle el lugar especial ante los ojos del grupo.
- Presentarlo como asistente en el GF u otro ministerio (Num. 27:18–23).
- Darle el privilegio de predicar en presencia y ausencia del líder.
- Resaltar las cualidades y el llamamiento del sucesor en público (Num. 27:18–23; Num. 13:16; Deut. 31:7-8).
- Servir juntos. Ex. 24: 13
2. Involucrarlo en diversas actividades. Organizar retiros, actividades especiales como vigilias, ayunos, campañas dirigidas por la iglesia. Esto ayuda en el proceso de formación.
En estos pasos, de la visión, están involucrados el ALMAH y supervisores de GF y líderes de los ministerios.

CONCLUSIÓN
Establézcase la meta de tener siempre un sucesor que pueda tomar su lugar en caso de que el Señor decida darle un privilegio mayor, y no tenga temor de levantar nuevos líderes.

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